lunes, 26 de febrero de 2018

LOS TANGOS MISHIOS


Mishiadura es el término lunfardo que designa a la pobreza y la miseria. De él se derivan “mishio” y “mistongo”. En el tiempo y el ambiente en que nació y se desarrolló el tango, con la irrupción de inmigrantes a las ciudades portuarias y sus condiciones de vida, en particular las de los conventillos[1] la pobreza fue un referente ineludible para poetas y letristas.

Estudiamos en este trabajo la aparición de un conjunto de términos  en un repertorio de 1163 tangos, valses y milongas, para definir un listado de letras del universo tanguero en las que predomine como tema la pobreza. En el listado de tangos “mishios” opté por incluir “Viejo smoking” aunque contiene uno solo  de los términos que estudiamos -(este pobre mozo) pero es, sin embargo, para mí uno de los que mejor pinta la pobreza con su “catrera compadreando sin colchón”.

El registro poético de las letras que examinamos va desde lo patético hasta lo sarcástico (“Dónde hay un mango”), de lo lírico a lo lunfa, pero en todos se reflejan –sin ideologizar- la vida de los pobres en los arrabales. Pongo el acento en “sin ideologizar” porque se ha acusado al tango de no asumir compromisos políticos con las condiciones sociales de las ciudades que fueron su cuna.  Como ocurre con el arte (popular y del otro, si es que son cosas diferentes), no es el desarrollo de teorías y panfletos  (ambos necesarios en otros andariveles) lo que cuenta, sino la adecuación de las formas a la transmisión de la experiencia vital de una época y sus pobladores, incluyendo entre ellos al letrista. Y resulta que, para hablar de cómo se sentían los pobres de nuestras ciudades en las primeras décadas del siglo pasado, nada mejor que la letra del tango.

Como complemento, hacemos una comparación de la presencia de la mishiadura con los poetas del mundo del lunfardo y sus contemporáneos...


Montevideo. Asilo de mendigos y crónicos 1910[2]

Aquí el enlace con el artículo completo en pdf








[1] Ver nuestro trabajo sobre “Los tangos del conventillo”.
[2] En 1860 el presidente Bernardo Prudencio Berro inaugura el Asilo de Mendigos, financiado en parte con aportes de los vecinos. En 1870, durante la Revolución de las Lanzas, el edificio fue utilizado por los revolucionarios de Timoteo Aparicio como hospital, retomando en tiempos de paz sus funciones de asilo.En las primeras décadas del XX los asilados se trasladan al Asilo Piñeyro del Campo, recién construido en el predio cercano de la vieja quinta de Tomás Basáñez; luego de varias reformas, este edificio pasa a ser el actual Hospital Pasteur. El acta inaugural fue firmada el 12 de noviembre de 1922

1 comentario:

  1. Van desde Medellín mis felicitaciones para Susana Ibarburu por su excelente y acucioso y puntilloso trabajo en torno a las letras del tango, ritmo que en mi ciudad es de nuestra identidad-y no solo por haber muerto aquí el gran zorzal Carlos Gardel-. Abrazo fraterno y mil gracias.

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