Mishiadura es el término lunfardo que designa a la pobreza y
la miseria. De
él se derivan “mishio” y “mistongo”. En el tiempo y el ambiente en que nació y
se desarrolló el tango, con la irrupción de inmigrantes a las ciudades
portuarias y sus condiciones de vida, en particular las de los conventillos[1] la
pobreza fue un referente ineludible para poetas y letristas.
Estudiamos en este trabajo la aparición de un conjunto de términos en un repertorio
de 1163 tangos, valses y milongas, para definir un listado de letras del
universo tanguero en las que predomine como tema la pobreza. En el listado de tangos “mishios” opté por incluir “Viejo
smoking” aunque contiene uno solo de los
términos que estudiamos -(este pobre mozo)
pero es, sin embargo, para mí uno de los que mejor pinta la pobreza con su “catrera compadreando sin colchón”.
El registro poético de las letras que examinamos va desde lo
patético hasta lo sarcástico (“Dónde hay un mango”), de lo lírico a lo lunfa,
pero en todos se reflejan –sin ideologizar- la vida de los pobres en los
arrabales. Pongo el acento en “sin ideologizar” porque se ha acusado al tango
de no asumir compromisos políticos con las condiciones sociales de las ciudades
que fueron su cuna. Como ocurre con el arte
(popular y del otro, si es que son cosas diferentes), no es el desarrollo de
teorías y panfletos (ambos necesarios en
otros andariveles) lo que cuenta, sino la adecuación de las formas a la
transmisión de la experiencia vital de una época y sus pobladores, incluyendo
entre ellos al letrista. Y resulta que, para hablar de cómo se sentían los
pobres de nuestras ciudades en las primeras décadas del siglo pasado, nada
mejor que la letra del tango.
Como complemento,
hacemos una comparación de la presencia de la mishiadura con los poetas del
mundo del lunfardo y sus contemporáneos...
Aquí el enlace con el artículo completo en pdf
[1] Ver nuestro
trabajo sobre “Los tangos del conventillo”.
Van desde Medellín mis felicitaciones para Susana Ibarburu por su excelente y acucioso y puntilloso trabajo en torno a las letras del tango, ritmo que en mi ciudad es de nuestra identidad-y no solo por haber muerto aquí el gran zorzal Carlos Gardel-. Abrazo fraterno y mil gracias.
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