viernes, 16 de febrero de 2018

LOS TANGOS DE LA GAYOLA O CANEROS

Según la letra del tango, la cana rondaba siempre los ambientes más tradicionalmente ‘tangueros’ del arrabal, era un avatar a mantener a raya.  Entre la vida diaria de muchos y el delito parece haber habido una zona angosta de ambigüedad, y el que cae en cana aparece a menudo como un traicionado (hasta justificado), sugiriendo que no están todos los que son ni son todos los que están. ¿Será así ahora también? No era la vida del trabajador, que también escuchaba, cantaba y bailaba el tango, pero sí la del cafishio, la del duelo criollo, la del juego y la del cabaret... todas ellas estaban en las orillas del delito. ¿Y quién no tenía un tío o un cuñado que andaba en esa vida?
En la cana y el mundo del delito, hay acuerdo, está el origen del lunfardo, que se convirtió en lenguaje por excelencia del tango de la primera época, en particular en la década del 1920,  y poco a poco penetró el habla popular. Quizás en la permanencia de voces lunfardas en la letra del tango – y eso  es lo que hace la lengua-  esté la permanencia de la asociación de este género con la vida perdularia. 



Aquí el link con el artículo completo, que incluye un análisis del vocabulario de cientos de letras y una antología.

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