lunes, 19 de marzo de 2018

ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO


Desde niña estuve enojada con Discépolo. No sabía nada sobre él, sobre la historia del tango, sobre nada. Pero escuchaba Cambalache, Infamia, Confesión y me enardecía furiosa. Cómo que “El mundo fue y será una porquería”, que “La gente que es brutal... feroz...” y sobre todo “me verás siempre golpeándote como un malvao”... ¡Te pego porque te quiero!.  Sin embargo “Uno” fue uno de los primeros tangos que canté, ya adolescente, consciente de la belleza de la letra y del desafío de la música para el cantor.

Ahora que exploro la obra de los letristas, no puedo dejarlo de lado. Hace poco escuché a Alejandro Dolina, a quien hace años había oído renegar de aquello de “El mundo fue y será una porquería...”, fundamentar que se daba cuenta ahora de que no tenía sentido enojarse con Discépolo, que los que hablan así son personajes, que no necesariamente representan lo que piensa el autor. Claro, eso está en la tapa del libro gordo de la literatura. Y Discépolo era hombre de teatro y cine, actor y autor, lo suyo era crear personajes y darles vida.  Sí.

Es en el fondo la pregunta nunca bien respondida de la relación entre el autor y la obra. La filosofía de un poeta ¿es la de sus personajes?  Si a través de su obra los personajes comparten una filosofía o una visión del mundo, ¿se puede decir que al autor le es ajena? Puedo decir, tengo derecho, que no me gusta esa visión del mundo –que por otra parte todo el mundo identifica como la filosofía de Discépolo- pero hoy reconozco la calidad del poeta (se puede, caramba, ver la calidad en algo que a una no le gusta). Decir –o pensar- que “el mundo fue y será una porquería...” limita brutalmente,  pero a su vez enfoca y ahonda, como sucede con el punto de vista de cualquier poeta, que no es la voz “universal”, es la de él. No me gusta . No me gusta porque ese “personaje” se pone siempre en el papel de víctima pero ... ¡qué bien se hace oír esa voz!




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domingo, 4 de marzo de 2018

LOS TANGOS ... Y LAS MINAS


No cabe duda que las mujeres, y la actitud de los varones ante ellas, están en el corazón de la letra del tango, como de toda la canción popular seguramente. En muchos de nuestros otros trabajos figuran las mujeres como protagonistas: “Los tangos del amure”, “Los tangos de la traición”, “Los tangos del cabaret”, “Los tangos más románticos”, “Los tangos del hogar”. En este reunimos mujeres de todas estas categorías, en busca de una tipología.

Con ese fin estudiamos en este trabajo la aparición de 28 términos   en un repertorio de 1252 tangos, valses y milongas, para definir un listado de letras del universo tanguero en las que predomine como tema una mujer o las mujeres en general.

Como en nuestro trabajo sobre los tipos masculinos (“El tango compadre”), en este desfilarán distintos tipos de mujeres. No incluimos aquí algunos de los referidos específicamente a la madre, que recopilamos en otro trabajo denominado “Los tangos de la viejita”. Pero la madre sobrevuela el tema, porque es la figura que invariablemente sirve como contraste a las otras “minas”. De todos modos incluimos los términos “viej(it)a” y “madre” en la búsqueda para definir el listado.

No incluimos todas las letras en formato de “antología”, ya que serían muchas, solo incluimos los habituales listados por título, autor y fecha. Por separado incluimos en Anexos un listado de las letras que son “dichas” desde el punto de vista de la mujer –aunque con una sola excepción escritas por varones, y otra lista de los tangos con nombre propio de mujer. A modo de mini-antología incluimos las letras Celedonio Esteban Flores y de Enrique Cadícamo sobre este tema, porque son particularmente representativas, cubren más de una óptica de presentación de las mujeres, y tienen la calidad que esperamos de esos dos poetas tangueros...



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LOS TANGOS REOS Y ATORRANTES




El tango cantado tiene su línea de letras sentimentales, otras nostálgicas o trágicas, pero tiene otra línea fuerte, cultivada por muchos de los intérpretes favoritos del público tanguero y que muchos identifican con el espíritu tanguero: es la de los tangos atorrantes o reos, burlones o jodones. En general abundan en expresiones del lunfardo. Si bien tenemos otro trabajo sobre el lunfardo en el tango, el lunfardo figura también en tangos de otras características: en esta antología nos limitamos a los que elegimos llamar “atorrantes”  (“rantes”) o “reos”.

Véase la relación en el clásico diccionario lunfardo del comisario general Adolfo Enrique Rodríguez, que se encuentra en www.todotango.com

Atorrante.- (lunf.) Haragán (JAS.); haragán crónico y mugriento (LCV); vago; ocioso (AD.); individuo sin ocupación ni domicilio; holgazán (JFP), persona poco afecta al trabajo// inescrupuloso// persona desaliñada, sucia, descuidada.

Rante.- apócope de atorrante.

Reo.- (pop.) Atorrante (AD.); haragán (AD.); holgazán, vago (AD.)// dícese del que vive alegremente, sin preocupaciones y no se inquieta por las apariencias (G. y P.)// alegre; bohemio// individuo abandonado y mugriento (REV. P.)// atrevido; descarado.

Arrabalero.- (pop.) Persona ordinaria en el hablar y vestir.

“Atorrante” y “Reo” son sinónimos en las primeras acepciones, sin embargo “Reo” adquiere en otras la condición de ser alegre y atrevido. Pero “Arrabalero” se identifica con los otros dos.. Hay por lo tanto una connotación social en el uso de esos términos. Mi sensación es que la hay también en la actitud de los letristas que, generalmente sin serlo, se asumen como arrabaleros y reivindican esa condición en el tango, por su origen.

En este caso, a diferencia de otros trabajos, no utilizamos un vocabulario específico para identificar las letras reas y atorrantes, porque se trata, como señalamos, de un tono y actitud más que de un vocabulario...



“Pucherete” Atorrantes ingleses en La Boca, 1910

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https://drive.google.com/file/d/1FKQXQuM4WhzYok-Hv-ANAg7puxdfdl6a/view?usp=sharing

LOS TANGOS EN EL CUERPO


El tango es, además y antes que letra, también música y baile, y estas dos cosas entran y salen por el cuerpo. El que canta, el que sufre, el que ama, el que baila todos se ven y se expresan a través del cuerpo. La apariencia personal define mucho al contar una historia. En otro trabajo abordamos la vestimenta que cubre ese cuerpo, en este veremos cómo aparecen el cuerpo y sus partes en tangos, milongas y valses criollos, y estudiaremos qué uso particular del cuerpo se hace en la letra del tango.

Estudiamos para esto la aparición de un conjunto de términos en un repertorio de 1252 tangos, valses y milongas, para definir un listado y antología de letras del universo tanguero en las que predominen el cuerpo y sus partes como tema.


Es cierto que el término “cabeza”, por ejemplo, pocas veces se refiere al aspecto externo de la cabeza, pero decidí incluirlo igual porque en cierto sentido el cuerpo nunca es solo cuerpo. Y mucho menos el cerebro/mente o su metonimia: la cabeza. Del mismo modo incluyo expresiones como “de pie” y “de rodillas” que no se refieren directamente a los pies o a las rodillas pero sí a actitudes corporales que devienen emocionales o éticas.

No usamos el término “pinta” porque la relaciono más con las pilchas, y está en el trabajo “Los tangos de la pilcha”. La voz es sí una cosa física… pero va también en otro trabajo (“Los tangos músiqueros”) junto con troveros y cantores


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LOS TANGOS DIVINOS


La religiosidad de una comunidad se puede palpar en sus cantos, y el tango no es excepción. Con fuerte impronta católica venida con el origen español y la inmigración mediterránea, el habla rioplatense está impregnada de referencias de corte religioso, no necesariamente vinculadas con ir a la iglesia los domingos –que también las hay, ni solamente con instancias como el matrimonio y la muerte, sino con actitudes frente a la vida y al destino.

Estudiamos en este trabajo la aparición de nada menos que 93 términos en un repertorio de 1262 tangos, valses y milongas, para definir un listado de letras del universo tanguero en las que lo religioso –en un sentido general- esté presente.  En otro trabajo –“Los tangos de la huesuda y sus aliados”- profundizamos un poco más en lo que se refiere a la muerte y el más allá.

En el concepto amplio de religiosidad, y para salir de los límites del catolicismo, incluyo el mundo de lo mágico o sobrenatural. Y también el destino, que se define como concepto sobrenatural...




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LOS TANGOS DE LA VIEJITA


 - Este muchacho <Gardel> pinta el dolor callado de la madre que sufre, con emoción tal, que conmueve de verdad!...". José Ortega y Gasset 

Dice José Gobello:  “Y por entonces <1922>  aparece también en el tango el tema de la madre.  Lo aporta el sanfernandino Verminio Servetto en la letra que compone para “Madre”, con música de Francisco Pracánico.  Ya he recordado alguna vez que este tema no es invento de los letristas, ni constituye un fácil recurso emotivo, ni conlleva tampoco un golpe bajo aplicado al auditorio.  La madre, como último refugio, como último puerto de la azarosa travesía de la vida, tiene antecedentes en la literatura popular.  <…>  No descarto, empero, que el tema de la madre haya podido llegar al tango desde la canzoneta. <…>  A partir del tango de Pracánico y Servetto la madre es en el tango una invocación constante y encuentra posiblemente su expresión más acendrada en el célebre apóstrofe de Discépolo, dirigido al café de su barrio  “Fuiste lo único en mi vida/ que se pareció a mi vieja”  El café, en ese tango, es el símbolo de la amistad que es <…> la gran pasión del porteño.  Pero la amistad no iguala, en el tango, al amor filial; apenas logra parecérsele.”  <…>  La letra de tango, cuando habla de la madre, se convierte en una endecha de amor filial. <…> Y el amor filial es el otro gran valor moral que el tango canción, el denigrado tango canción, exalta permanentemente.


Lo cierto es que una de las claves permanentes de la letra del tango es la presencia de la figura de la madre.

Este artículo no va acompañado de una antología como otros, quizás porque sería demasiado extensa...


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LOS TANGOS PARISINOS


París fue, durante mucho tiempo, la meta de todo porteño. Ha de haber sido por eso que no pocos de los tangos de Enrique Delfino están relacionados con Francia: "Belgique", "Sans souci", "Très sympathique", "Frivolite", "Francesita" y "Griseta".
Con este último se inicia el denominado tango-romanza, es decir el inspirado en las viejas romanzas, arias italianas de carácter sencillo y tierno. Se trata de tangos de características melódicas, sin rastros del típico canyengue, y con una técnica musical más elevada que la que comúnmente aparece en el género.  (todotango)

Estar “Anclao en París”, dice alguien, fue en los tiempos de oro del tango, “una manera de ser argentino.


Hemos elegido una selección de tangos en que el protagonista es alguno de los cuadros parisinos que pinta la letra del tango, o bien la presencia de lo francés en el Río de la Plata. Para ello estudiamos la aparición de un conjunto de términos en un repertorio de 1164 tangos, valses y milongas.

No hace falta remarcar lo que fue la presencia de lo francés en la cultura del Río de la Plata al pasar del siglo XIX al XX, en la arquitectura, la decoración, la música, la literatura, con más destaque en la vida de las clases altas pero con repercusiones en el “gusto” de las clases populares también, sin olvidar el papel que desempeñaron las francesas en el mundo de los cabarets y la prostitución...



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LOS TANGOS ORIENTALES


a la memoria de Carlos Alberto Podestá

No se puede definir ni ubicar al tango sino como rioplatense. La contribución de la Banda Oriental al tango es fuerte desde sus orígenes. En este trabajo recopilamos letras de autores de esta banda, incluyendo datos biográficos y anecdóticos sobre todos ellos. Letras están tomadas principalmente de www.todotango.com, y  también las biografías, en particular del libro de Orlando Del Greco: "Carlos Gardel y los autores de sus canciones", incluido en esa página.


Nina Miranda con Carlos Alberto "Caldera" Podestá, c1955

Aquí el enlace con la antología completa en pdf